La finitud es todo aquello que tiene un fin o un término. Nada es para siempre, nada, sólo la muerte, llega y nos arrebata lo que amamos pero no es nuestra culpa, es sólo un designio establecido desde antes de nacer. Pero ¿Qué sucede cuando nos culpamos por la pérdida de un ser amado y no podemos salir de ese hoyo negro porque nos carcome las entrañas?
Se llevó a cabo el cierre de temporada de la puesta en escena Finitud de Víctor Weinstock bajo la producción de Teatro de Fuego, con las actuaciones de Mario Zaragoza, Patricia Blanco y Gastón Yanes. Una obra que habla sobre las pérdidas, el dolor, la falta de aceptación, la negación, el tiempo, la culpa, la vida, un accidente fatal, el hubiera y esos sentimientos que destruyen el alma haciendo vivir al que los siente en un ataúd, muerto en vida por no saber soltar.
Es parte de una trilogía que se presentará el próximo año, así que a esperar el desenlace de esta historia. Recuerda una cosa, la culpa no es buena, la muerte es inevitable en cualquier circunstancia, duele, si, pero debes superarla poco a poco porque sigues vivo, hay que estar agradecido por eso, siempre y cuando valores y ames esa vida con toda tus fuerzas y no la destruyas con sentimientos como el egoísmo que hacen que te pierdas de lo valioso que te ofrece, deja ir al que murió, suelta, se feliz.
El tiempo no regresa, ese es un hecho real, no lo desperdicies. Agradezco la invitación a la producción y dejo redes sociales para mayor información.
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“QUE LA OSCURIDAD LOS PROTEJA “
SANDYMOON☾
