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ROSA MEXICANO

El oropel y la utopía forman parte de un mundo, en el que el espectador ve a través de una pantalla, las maravillas de la farándula, lo mágico de los escenarios, de los foros y todo lo que forma parte de la industria del espectáculo. Presas del fanatismo absurdo, y poniendo su fe en un ser humano como cualquiera, pero con el estatus de estrella, las personas cae en ese juego de admiración, deseo y ganas de estar inmersas en esa ilusión, sin saber que detrás de esa cara de ángel y esa personalidad dulce de su artista favorito, se puede esconder un lobo disfrazado con piel de oveja.

La obra Rosa Mexicano de Luis Ayhllón y bajo la dirección de Martín Acosta, nos refleja un mundo donde la vanalidad, la fama, la carencia de personalidad, el fanatismo desmedido de una joven por un “galán” de telenovelas, producto de televisora a la cual llaman la empresa y que es una de sus principales figuras que dejan una derrama económica importante, la disfunción familiar, las drogas, las poses y el crimen, son factores que se entrelazan para mostrarnos mediante esta historia, algo que todos sabemos pero que muchos no quieren aceptar, prefiriendo quedarse encerrados en su mundo, donde la televisión es la que educa, la que les facilita la vida. Una televisión que les hace sentir que no son tan miserable al conocer las anécdotas o experiencias de los protagonistas y ver que después de todo o no están tan jodidos o simplemente se deleitan con el dolor ajeno.

El admirar a alguien es sano, pero cuando se cae en lo compulsivo, en que la vida gire en torno a otro ser humano, es ahí donde el problema comienza, el entorno familiar donde no se establecen los valores, al verse roto , no deja otra salida más que ser fan de alguien más, por las carencias que se tiene y esto es una constante, sobre todo con la gente joven de nuestro país. Así le pasó a Flor la protagonista de esta puesta en escena. Su amor desmedido y su admiración por un fulano de televisión, la hicieron cometer errores graves, que la llevaron a un mundo de oscuridad, tortura, abuso y muerte. Nadie quiere eso para sus hijos, sin embargo nadie lo impide, se siguen fomentando seres vacíos, absortos en esa caja idiota que lejos, muy lejos de beneficiarlos, los sumerge en las más profunda de la miseria humana. Una muerta más, no pasa nada, no hay problema, es más, comercializa, lucra con la historia y haz un programa donde mediante el chantaje y los milagritos que le cuelgan a la Virgen, la gente se sienta menos desdichada, que vea que todavía hay fe y esperanza en su vida. Qué asco, pero es la realidad.

Mediante una utopía provocada, ella narra su desventura, animales, árboles, desolación, sangre y abandono, todo eso que los hará estremecer. Con momentos de humor, crudeza, desenfado, tragedia, dolor y remordimiento, se van presentando las escenas, entrelazadas con las maravillosas actuaciones de Aída López, Gimena Gómez, Rodrigo Virago y Francisco Cardoso. La temporada llega a su fin este 15 de Febrero, donde será develada la placa por los actores Damián Alcázar y Joaquín Cosío en punto de las 18:00 en el Teatro Helénico. De verdad no se pierdan esta anti-novela, que les hará reflexionar sobre lo que se oculta detrás de las estrellas de la televisión.

Agradezco a la producción y al Teatro Helénico la invitación. Anexo redes sociales para mayor información.

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“QUE LA OSCURIDAD LOS PROTEJA “

SANDYMOON

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